Todas las máquinas eléctricas (motores, transformadores …) alimentadas en corriente alterna necesitan para su funcionamiento dos tipos de energía:
a) Energía Activa: Es la que se transforma íntegramente en trabajo o en calor (pérdidas). Se mide en kWh.
b) Energía Reactiva: Asociada a los campos magnéticos internos de los motores y transformadores. Se mide en KVArh. Esta energía provoca sobrecarga en las líneas sin producir un trabajo útil, es por lo tanto, necesario neutralizarla o compensarla.
Los condensadores, generan energía reactiva de sentido inverso a la energía consumida en la instalación, de carácter inductivo.
Al instalar condensadores, se reduce el consumo total de energía (activa + reactiva), de lo cual se obtienen varias ventajas:
a) Reducción de los recargos, ya que las compañías eléctricas penalizan la reactiva por medio de un recargo por este concepto.
b) Reducción de las caídas de tensión, porque la instalación de condensadores permite reducir la energía reactiva transportada disminuyendo las caídas de tensión en la línea.
c) Disminución de las pérdidas, debido a que la instalación de la batería de condensadores permite reducir las pérdidas por efecto Joule.
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